En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos

jueves, 26 de mayo de 2011

Entre el mar y una estrella

Aunque te hayas ido
sigues conmigo
siento el respiro de tu amor.
Con un triste suspiro
llega la noche
y me platica de los dos
Eterno fue lo que hubo
entre tú y yo,
que nunca un adiós se contempló

Entre el mar y una estrella
seguirás estando al filo de mis venas.
Te pondré algunas velas
para preguntarle a Dios cuándo regresas.

Ya no me sabe el día, menos la dicha,
se me entristece el corazón
Lo que te extraño, vida,
y lo que sufro
es tan inmenso como el sol.
<span>Te sigo amando en contra del rencor</span>
<span>aunque se muera mi alma de dolor.</span>

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