En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos

sábado, 28 de mayo de 2011


Yo, que te di todas mis noches a vos, sin lamentos ni reproches.
Te di, en las noches y los días, mis mejores melodías en
las olas más tremendas de mi vida.
Yo te espero todavía, yo creo que el olvido es una fantasía.
Y así, destinado a padecerte sigo loca como siempre,
inventando lo que sea para verte

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